Desde Estados Unidos, la red Sexta Grietas del Norte, compuesta por grupos e individuos adherentes a la Sexta Declaración de la Sierra Lacandona, se solidariza con las comunidades otomíes que ocupan las oficinas del llamado “Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas” en la Ciudad de México desde el 12 de octubre de 2020.
Esta es una larga lucha. Los y las otomíes forman uno de los pueblos indígenas que han resistido el despojo, la explotación, el desprecio y la represión en México por 528 años. El INPI, por su parte, es una dependencia del gobierno mexicano dedicado supuestamente a apoyar a los pueblos originarios pero ocupado en realidad en hablarles bonito y ofrecerles migajas a cambio de que acepten subordinarse a las políticas del gran capital. El INPI, afirmó el concejal otomí Filiberto Margarito a nombre de los y las ocupantes, “es un elefante blanco que está al servicio de las empresas trasnacionales que despojan a los pueblos de sus territorios.”
La ocupación del INPI, explican los y las compas otomíes, tiene varios objetivos. En principio es continuación de la lucha popular por vivienda en la Ciudad de México. Esta comunidad fue damnificada por el terremoto de 2017 y desde entonces viven en campamentos precarios. La lucha sucede cuando infinidad de personas han sido expulsadas de sus hogares por no poder pagar las rentas. El coronavirus y la recesión económica han devastado la salud y el bienestar de la mayoría de las familias en el país. El gobierno de la Ciudad de México se ha negado a dar una solución. “No nos gusta este espacio [el INPI], pero queremos luz, agua y condiciones dignas para vivir”, afirmó Marisela Mejía, concejala otomí ante el Concejo Indígena de Gobierno. La representante anunció que por ahora se quedarán a vivir en el INPI.
La ocupación, iniciada por otomíes residentes de la ciudad de México, ha sido respaldada por sus hermanas y hermanos de Querétaro y otras regiones del país. “En esta toma les acompañaremos, porque la lucha que ustedes están dando en México también la estamos dando en Santiago Mexquititlán” afirma la doctora por la Universidad de Querétaro Estela Hernández Jiménez, también luchadora otomí. “Esta toma no es nada comparada a lo que nos han hecho en estos largos años. Esta toma significa que aún existimos, que aún seguimos vivos y que nos resistimos a morir.”
También el Congreso Nacional Indígena (CNI) ha declarado su apoyo a la ocupación. “Queremos conservar esta vida y vamos a luchar contra lo que se oponga para seguirla conservando”, afirmó a nombre del CNI su vocera, María de Jesús Patricio Marichuy. Al visitar las oficinas tomadas, Marichuy habló a la comunidad otomí: “tal vez no tengamos armas, pero nuestra arma es la voz… Los pueblos somos pacientes; podemos esperar, ya tenemos tantos años haciéndolo, pero llega un momento en que esa paciencia se acaba. Y ustedes hoy lo han demostrado… Ustedes hicieron todo lo que podían por ser vistos y fueran escuchados y no les hicieron caso. Por eso digo que si están aquí es algo justo.”
Esta acción va más allá de las paredes de una oficina de gobierno. Los y las compas otomíes insisten en que la ocupación busca también visibilizar los ataques paramilitares y contrainsurgentes contra las comunidades zapatistas de Chiapas, los pueblos pertenecientes al Congreso Nacional Indígena y otras comunidades en lucha por la defensa de la tierra y el territorio. De hecho, decenas de indígenas mixes clausuraron las oficinas del INPI en San Juan Guichicovi, Oaxaca, en solidaridad con el pueblo otomí en la ciudad de México, por la liberación de Kenia Hernández Montalbán, defensora de derechos humanos de los pueblos y las policías comunitarios del Estado de Guerrero, y para visualizar la lucha en contra del megaproyecto corredor interoceánico en el Istmo de Tehuantepec.
Nosotr@s, integrantes de la Red Sexta Grietas del Norte, manifestamos nuestra solidaridad profunda con la comunidad otomí y su ocupación del INPI. Entendemos su lucha; también en Estados Unidos tenemos que batallar todos los días por vivienda, por agua, por respeto a la vida. La hidra capitalista nos trata de ahogar en todos lados. Les enviamos un saludo en rebeldía desde nuestras geografías. Haremos todos nuestros esfuerzos para apoyar y difundir su lucha que también es nuestra.
¡La lucha de los pueblos no tiene fronteras!
¡Por la vida y contra el capitalismo de muerte!
21 de Octubre de 2020
Sexta Grietas del Norte